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Angelita Escobosa: es justo reconocer y dimensionar.

Publicado el 27/09/2023 por Ramiro Cisneros

Parece que para mí, escribir acerca de Angelita Escobosa es un exceso y la sobrevaloro. Es posible que alguien piense así. Sin embargo, voy a continuar escribiendo acerca de ella. Lo hice cuando vivía físicamente entre nosotros y lo haré ahora que ya no está visible.

La primera razón: estuvo durante más de 44 años al frente de la Escuela Vasco de Quiroga; es decir, desde agosto de 1978 hasta el 18 de febrero de 2023. Sus cenizas están en la capilla de la Comunidad de Religiosas y su recuerdo en las y los exalumnos que la conocieron y supieron de su sabiduría y de su generosidad. Su trato comenzó con las alumnas de la generación 1975.

Segunda razón: Fue la promotora de la transformación de su Congregación religiosa y fue ella quien acompañada y apoyada realizó los trámites para que esté cambio fuera realidad. Esto trajo como consecuencia que las religiosas estén ahora al frente de la Escuela y que muchas hermanas estén realizando una importante labor evangélica con migrantes y personas que necesitan de su compromiso. Este trabajo tan serio es poco conocido en nuestro Estado, pero muy reconocido en la frontera norte y en otras ciudades. Valdría la pena que lo difundieran, porque es una actividad que atraería a muchas mujeres buenas que hay en nuestro país.

Tercera razón: Angelita fue una persona muy culta, pero sin poses de ser intelectual y menos aún de aparentar lo que no era. De repente la escuché decir: "me vale", cuando se le decía un halago que no le gustaba o que le parecía ridículo.  Cuando digo que era culta me refiero a que se cultivaba, leía mucho y no se encajonaba en lo religioso, porque el mundo es plural.

Cuarta razón: Era una persona con una lealtad a prueba y era una excelente amiga y compañera en el viaje de la vida.

Quinta razón:  Fue longeva, vivió casi 99 años y a esa edad su capacidad de análisis, reflexión y su juicio estaban intactos. Era un lujo y un privilegio conversar con ella de temas y más temas. No podía uno no quererla y por eso pesa tanto su ausencia.